martes, 4 de junio de 2013



                                                          La Obesidad en México

Desde 1980, los índices de sobrepeso y obesidad se han triplicado en México,
La obesidad y el sobrepeso en nuestro son el principal problema de Salud Publica, pues nuestro país es el primer lugar mundial en niños con obesidad y sobrepeso, y el segundo en adultos.

En México, las cifras son alarmantes. Aunque se estabilizó el crecimiento del sobrepeso y la obesidad en niñas de 5 a 11 años; en mujeres adolescentes y adultas se presentó una tendencia de crecimiento más marcada que en los hombres. Además el riesgo de padecer sobrepeso aumentó en niñas de menos de 5 años.

La mala alimentación, el sedentarismo, la falta de acceso a alimentos nutritivos, son factores determinantes del sobrepeso y la obesidad.





Para frenar este problema se requieren acciones contundentes porque el conjunto de estas enfermedades representan el mayor costo para los servicios de salud porque no son curables porque requieren de medicamentos permanentemente, terapias complementarias, originan discapacidades, y en consecuencia, disminución de la calidad de vida y en muchos casos muerte prematura.
La obesidad es una enfermedad crónica, multicausal, en la que inciden diferentes factores, tanto genéticos como sociales y ambientales, y muchos determinantes sociales y económicos que rodean a estas poblaciones.



COMPLICACIONES

La obesidad es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2 y otras complicaciones derivadas de un alto índice de masa corporal, como son las enfermedades cardíacas y la hipertensión, así como por los altos costos que implica su atención.

Alrededor de 80 mil mexicanos mueren al año a consecuencia de la diabetes. Narro sostiene: “No existe otra enfermedad que haya aumentado tanto su impacto en la estructura de la mortalidad durante las últimas tres décadas”. Es una verdadera pandemia: va de la mano de la obesidad y del sobrepeso. 

Así, es urgente la implementación de evaluaciones y estrategias específicas con el fin de prevenir el aumento del sobrepeso y la obesidad en la población infantil y en la adolescente.



Influye también el consumo de alimentos ya preparados, impulsado por grandes campañas publicitarias y las dificultades derivadas de las ocupaciones diarias, así como el sedentarismo.
Por si fuera poco, actualmente, los niños pasan muchas horas frente a una pantalla de televisión o una computadora, acompañados en general de bebidas endulzadas o golosinas de gran contenido calórico.






Consecuencias

*Mortalidad 12 veces mayor en jóvenes de 25 a 35 años
*25% de las incapacidades laborales son por padecimientos relacionados con la obesidad
*Gastos de entre 22% y 34% superiores en el ingreso familiar
*Tres de cada cuatro camas de hospital las ocupan pacientes con enfermedades relacionadas con la obesidad


Estos factores causales están ligados a múltiples situaciones, entre las que se incluyen la pérdida de la cultura alimentaria tradicional (disminución importante del consumo de frutas y verduras entre otros), favorecida por el costo y la disponibilidad, escasa en muchos casos, de los alimentos de alto valor nutricional y la facilidad de encontrar alimentos con alto contenido calórico a bajo costo.



Influye también el consumo de alimentos ya preparados, impulsado por grandes campañas publicitarias y las dificultades derivadas de las ocupaciones diarias, así como el sedentarismo.



¿Qué medidas ayudarían?
 Fortalecer desde el nacimiento la lactancia materna, que es una de las principales acciones que permiten un desarrollo metabólico adecuado.
- Desde el hogar, en conjunto con las autoridades educativas, mejorar la calidad nutricional de los alimentos que los niños llevan a la escuela o pueden adquirir en ella.
- Fortalecer la cultura nutricional desde los primeros años, para que el niño aprenda a balancear sus alimentos, a comer raciones adecuadas a su peso y edad, en horarios establecidos, y buscando privilegiar la ingestión de agua simple, en lugar de bebidas azucaradas.
- Reforzar la práctica del ejercicio físico tanto en la escuela como en el hogar u otros espacios, incrementar el hábito de caminar, subir escaleras o usar la bicicleta para desplazarse.
- Fortalecer la educación nutricional en toda la población para aumentar el equilibrio de los alimentos que deben consumirse.
- Dar seguimiento al trabajo con la industria de los alimentos para suspender la promoción de alimentos (golosinas) de alto valor calórico en los horarios de programación dirigida a los niños.
- Aumentar la cartera de productos con menor cantidad de calorías, azúcar, sal, sin colesterol o grasas saturadas.
- Mejorar el etiquetado de los alimentos, para que el consumidor pueda tener información que le permita seleccionar adecuadamente la cantidad, calidad y balance de lo que va a consumir. 
Una política de este tipo requiere de una evaluación continua para conocer los resultados, y en consecuencia corregirla o ampliarla, y particularmente mantener en la mente la importancia de un estado nutricional adecuado como una garantía para una mayor esperanza de vida con calidad.
Aquello de que "el niño gordito parece muy sanito", en nuestros tiempos, es algo muy cuestionable.